domingo, 2 de octubre de 2016

Sobre la secuela fallida de ESDLA

¿Ideó Tolkien alguna secuela del Señor de los Anillos? La respuesta es sí, aunque abandonó su escritura al poco de empezarla. Según confiesa el autor en Cartas, página 400, el motivo que lo hizo desistir fue el cariz "siniestro y deprimente" que iba tomando cuerpo en el texto a medida que fluía la escritura de esa continuación de ESDLA.

Pero dejemos que lo explique el mismo J.R.R. Tolkien:

"Empecé, por cierto, una historia cuya acción se sitúa unos cien años después de la Caída [de Sauron], pero resultó a la vez siniestra y deprimente. Puesto que tratamos de hombres, es inevitable que nos centremos en el rasgo más lamentable de su naturaleza: su rápida saciedad con el bien. De modo que la gente de Gondor, en tiempos de paz, justicia y prosperidad, se volvería descontenta e inquieta (...). Descubrí que en época tan temprana se había dado una cosecha de proyectos revolucionarios en torno a un centro de una religión satánica secreta; mientras que los niños gondorianos jugaban a ser orcos y se divertían haciendo daño." (J.R.R. Tolkien, "Cartas", p. 400.)

Tras la lectura de este párrafo, más allá del más que probable fracaso que hubiera supuesto una secuela de ESDLA, la comparación con la locura colectiva en que anda instalado este comienzo del siglo XXI es inevitable. Efectivamente, cuando la ideología suplanta a la realidad y las leyes de los hombres dan la espalda a la ley natural, antes pronto que tarde el desastre colectivo está cantado. Ojalá pueda cambiarse destino tan aciago para la raza humana con la misma facilidad con la que se guardan los primeros folios de una secuela literaria fallida en el cajón del escritorio.