domingo, 30 de diciembre de 2012

Paradojas



Dos polos que planean la obra de Tolkien; dos polos de apariencia contradictoria aunque, y fíjense bien, sólo en apariencia. El mundo, a día de hoy, dista mucho de ser la Arcadia feliz que todos desearíamos. 
Sí, el mal existe y no es una entelequia. Y no, el apaciguamiento nunca detuvo a quienes lo encarnaron.



2 comentarios:

Elena Mateu dijo...

Tal vez los hobbit sean amantes de la paz y de la comodidad. Pero cuando toca, bien que saben ponerse al frente de lo que haga falta, asumiendo los riesgos de lo que haga falta y, sí, pasando miedo. Porque no existe el verdadero valor si no se conoce y vence el miedo.
Las escenas no son contradictorias, son complementarias más bien.

Además, ilustran que el mal, en cualquiera de sus caras, hay que combatirlo de frente. Dices bien que no hay que calmar a una alimaña, simplemente hay que matarla. Por aquello del perro y la rabia, ya sabes.

Un beso.

Mari dijo...

Me da que suscribo íntegramente la opinión de Elena. Las cosas más importantes y que de verdad estimamos hay de defenderlas con determinación, llegado el caso.
Un besito, cariño...;))