Se dice que la más bella historia de amor narrada por Tolkien es la historia de Beren y Luthien.
Beren, un hombre y un guerrero de la casa de Bëor. Luthien, una princesa de la casa de los Eldar y por tanto, inmortal.
Muerto Beren, Luthien desespera e implora a Mandos por la suerte de su amado…
"...y cuando Lúthien se arrodilló a los pies de Mandos, sus lágrimas cayeron como lluvia sobre la piedra, y Mandos se conmovió, él que nunca se conmoviera antes y que nunca se conmovió después"
Se dice que Luthien eligió una vida mortal si con ello Beren regresaba de la muerte. La historia es bellísima, más tarde, historia y destino que seguirían Aragorn y Arwen.
Una condición impuso Eru, el Único: acabado vuestro tiempo sobre la Tierra la abandonaréis y moraréis conmigo. De hecho y según creo, el regalo más preciado, una eternidad juntos; una eternidad bajo la luz que brilla y no ciega.
El mundo subcreado por Tolkien se debate entre dos pulsiones, a saber, la muerte y el amor. El amor como conquistador de las tinieblas, un amor que no muere y funde dos almas en una sola.
3 comentarios:
¡Y dices que mi blog es "pura estética y buen gusto"!...Me da que esta preciosidad comparte los calificativos...¡Bellísimo!
Un besito, cielo...;))
Preciosa imagen, Valaf.
"Acabado vuestro tiempo sobre la Tierra la abandonaréis y moraréis conmigo" es lo mejor de la historia, la vida eterna.
Bss.
Bienvenida, Mar !!!
Un beso
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