He aquí un bonito artículo que versa sobre las andanzas de J.R.R. Tolkien en Birmingham. Narra la importancia que tuvo para él el Oratorio de esa ciudad inglesa y, por supuesto, el lugar central que ocupó en la vida de nuestro autor el Santísimo Sacramento. Si lo desean pueden encontrar el texto original clicando aquí.
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Birmingham esconde todo un recorrido que hará las delicias de los lectores de J.R.R. Tolkien y les dará algunas claves sobre la profunda fe católica del autor de El Señor de los Anillos. Lo cuenta K.V. Turley en National Catholic Register.
Aunque Tolkien nació en Suráfrica, la familia era de Birmingham. Y fue en Birmingham donde Ronald, de 4 años, su hermano pequeño, Hilary, y su madre, Mabel, se retiraron en 1896 cuando murió el padre de Tolkien. Tolkien llegaría a la edad adulta en la segunda ciudad de Inglaterra. Con el tiempo, abandonó Birmingham para ir a las trincheras de la Gran Guerra y, más tarde, a Oxford, pero fue Birmingham, como pudo serlo otro lugar, el que le moldeó. Esto es algo que se comenta a menudo. Lo que es menos conocido es el papel que desempeñó el Oratorio de Birmingham, fundado por el beato John Henry Newman en 1849, en los primeros años de la vida de Tolkien.
Para horror de su familia, Mabel Tolkien fue recibida en la Iglesia Católica en 1900, junto con sus hijos -Tolkien tenía 8 años-. Más tarde se trasladó con los chicos para estar cerca del Oratorio de Birmingham, en Hagley Road, Edgbaston. El traslado fue motivado por la atracción de Mabel por la espiritualidad que había descubierto en el Oratorio. También se debió en parte a la oferta de una plaza para Ronald en la escuela anexa a la iglesia. En 1903, Ronald obtuvo una beca para la más prestigiosa King Edward's School, situada en otro barrio de Birmingham, y allí ocupó su plaza. No obstante, la familia Tolkien siguió viviendo cerca del Oratorio y asistiendo allí a misa y a otros ejercicios espirituales.
Entonces llegó la tragedia. Mabel enfermó gravemente en 1904 de una enfermedad entonces intratable, la diabetes aguda. Mientras agonizaba, su principal temor no era su inminente muerte, ni siquiera que sus hijos quedaran huérfanos. Lo que le preocupaba era la posibilidad de que sus hijos fueran obligados a renunciar a su fe católica por su propia familia o por la de su difunto marido. Por ello, dejó instrucciones para que sus hijos fueran tutelados por el Oratorio de Birmingham, y el padre Francis Xavier Morgan fue nombrado tutor legal de los dos niños.
Estos dos vídeos, coproducidos por la Birmingham City University, muestran algunos de los lugares mencionados en este artículo como esenciales en la vida de Tolkien:
Oratorio de Birmingham |
Ronald, de 16 años, y su compañera de piso, Edith, tres años mayor que él, se hicieron amigos. Salían a dar largos paseos por el campo. Las noticias de estos paseos acabaron llegando al padre Francis en el Oratorio. No hace falta decir que el sacerdote estaba preocupado por una relación a una edad tan temprana. Se sintió obligado a actuar. Salvo por alguna comunicación ocasional, prohibió a Ronald ver a Edith. El chico obedeció. En cualquier caso, en 1910 Edith se había trasladado a otra parte del país. El floreciente romance parecía haber terminado.
La amistad de Ronald con Edith en casa de la señora Faulkner había hecho que el padre Francis comenzara a buscar un alojamiento alternativo para los hermanos. Encontró un hogar adecuado con los feligreses que vivían frente al Oratorio en Highfield Road. Durante este tiempo, Ronald intentó conseguir una plaza en la Universidad de Oxford. Lo consiguió en diciembre de 1910 en su segundo intento. En Oxford, al menos al principio, fue el padre Francis quien siguió pagando los gastos de manutención de Ronald.
La primera casa donde vivió Tolkien, en Wake Green Road, 264, Birmingham |
El Oratorio de Birmingham conserva varios objetos de Tolkien. Entre ellos hay un gran baúl, traído a Inglaterra por Mabel en su último viaje desde Sudáfrica justo antes de conocer la noticia de la muerte de su marido. Hoy en día, es posible pasear por las distintas direcciones de Tolkien cercanas al Oratorio. Todas ellas están a escasos minutos de distancia. Al hacerlo, queda claro que el Oratorio es el centro de todos esos lugares. Esto podría decirse de la fe católica de Tolkien: era el centro de toda su vida. Todo lo demás iba y venía, pero hasta el final se mantuvo fiel a la fe por la que él y su madre habían sufrido tanto.
Hay otra reivindicación, aunque discutida, de la influencia imaginativa de estas calles. Mientras vivían en Stirling Road entre junio de 1905 y junio de 1908, los jóvenes no pudieron dejar de notar al final de la calle "las dos torres". En la calle contigua a Stirling Road, en lo que se conoce como Waterworks Road, hay dos curiosas estructuras que se elevan desde el suelo hasta el cielo. Habrían sido más llamativas entonces que ahora, sobre todo teniendo en cuenta que en el Birmingham eduardiano habría habido pocos puntos de referencia de tal altura.
Ruta por los lugares de Tolkien en Birmingham. |
Muchos años después, cerca del final de su vida, Tolkien escribiría lo siguiente: "De las tinieblas de mi vida... pongo ante vosotros la única gran cosa que hay que amar en la tierra: el Santísimo Sacramento... Allí encontrarás el romance, la gloria, el honor, la fidelidad y el verdadero camino de todos tus amores en la tierra..."
Así que, en contra de lo que te puedan decir, la Ruta Tolkien de Birmingham existe. Y ese sendero lleva a un destino inesperado. Porque a la sombra de las "Torres Gemelas", y atendido por una hermandad sacerdotal, el verdadero rey habita en el Oratorio, y permanece así hasta su Regreso en la Gloria.