Charles Blair Leighton, "The Accolade" (1901) |
Os cuento un poquito sobre el tema del "viaje" en relación al mito.
El viaje es una metáfora referida a un camino iniciático, camino presente en las mitologías de las culturas más dispares. De este modo, nos podemos referir a la empresa de los Argonautas, a las aventuras de Odiseo o al descenso a los infiernos de Luciano -si lo que hacemos es recordar la literatura clásica antigua-, no obstante, podemos acercarnos un poquito más a nuestros días y referirnos a "La Divina Comedia" de Dante o al "Orlando furioso" de Ariosto, a la "Jerusalén liberada" de Tasso o al "Paraíso perdido" de Milton, e incluso mirar en la misma esquina de la historia y recordar al "Ulises" de Joyce o "En el camino" de Kerouac...Me da que en todos los ejemplos que os he citado podemos ver el recurso al "viaje" como una tensión entre lo real y las inquietudes profundas del alma. De este modo, el viaje es un elemento simbólico porque descubre nuevos mundos ubicados en el mito, pero además hace referencia a crónicas reales de hechos concretos. Si enlazáis los extremos de ambos hilos narrativos asistiréis al nacimiento de la Leyenda.
Las Leyendas brotan en el espacio que se da entre el lento declive de la mentalidad mítica y el progresivo fortalecimiento del pensamiento histórico: ambos fenómenos en simbiosis son la condición para el nacimiento de las grandes leyendas, como las leyendas que rodean el ciclo artúrico y la búsqueda del Grial -cito a modo de ejemplo.
;))